1. Introducción
El rendimiento en el ciclismo es un aspecto clave tanto para atletas profesionales como para aficionados que buscan mejorar su desempeño. La medición y control de las variables fisiológicas y mecánicas permiten optimizar el entrenamiento y evitar la fatiga prematura (Faria, Parker, & Faria, 2005). Entre los principales parámetros utilizados en el análisis del rendimiento se encuentran el torque y la potencia, dos conceptos que, aunque relacionados, tienen implicaciones distintas en el entrenamiento y la competencia.
El torque se refiere a la fuerza rotacional aplicada sobre el pedal, mientras que la potencia es el producto de dicho torque y la velocidad angular (cadencia) (Abbiss & Laursen, 2005). Aunque tradicionalmente se ha considerado el torque como un indicador clave de la fuerza del ciclista, recientes estudios sugieren que la potencia es un parámetro más relevante para medir el rendimiento y la fatiga en esfuerzos submáximos (Snyder et al., 2020).
Este artículo tiene como objetivo analizar la diferencia entre torque y potencia, su impacto en el rendimiento deportivo y la importancia de basar la medición y prescripción del entrenamiento en la potencia, en lugar de solo en el torque. Se abordarán ejemplos prácticos y referencias científicas para sustentar estas afirmaciones.
2. Fundamentos biomecánicos: Torque vs. Potencia
El análisis del rendimiento en ciclismo requiere comprender los principios biomecánicos que rigen el movimiento del ciclista. Dos de los principales parámetros en este contexto son el torque y la potencia, los cuales se relacionan pero no son intercambiables (Martin et al., 1998).
2.1. Definición y diferencias
• Torque: Es la fuerza aplicada sobre un brazo de palanca, en este caso, el pedal. Se mide en Newton-metro (Nm) y representa la capacidad del ciclista para generar fuerza sobre los pedales (Dorel et al., 2010).
• Potencia: Es el producto del torque y la velocidad angular (cadencia). Se mide en vatios (W) y es la magnitud que determina la cantidad de trabajo realizado por unidad de tiempo (Jeukendrup & Martin, 2001).
Matemáticamente, se expresa como: P=T×ω
donde P es la potencia, T el torque y ω la velocidad angular (cadencia en rad/s).
2.2. Relevancia en el rendimiento ciclista
Estudios han demostrado que, en esfuerzos submáximos, la potencia es un mejor indicador del rendimiento y la fatiga que el torque, ya que los ciclistas pueden compensar la falta de fuerza con una mayor cadencia para generar la misma potencia (McDaniel et al., 2002).
Por ejemplo, en un esfuerzo donde dos ciclistas producen la misma potencia, pero uno lo hace con mayor torque y menor cadencia, mientras que el otro con menor torque y mayor cadencia, el segundo ciclista tiende a ser más eficiente y a generar menos fatiga muscular (Neptune & Herzog, 1999).
3. Relación entre torque, potencia y fatiga muscular
El impacto del torque y la potencia en la fatiga muscular ha sido ampliamente estudiado en deportes de resistencia como el ciclismo. La fatiga se define como la disminución progresiva de la capacidad de generar fuerza o potencia debido a la actividad prolongada (Enoka & Duchateau, 2008).
3.1. Factores que influyen en la fatiga
La fatiga en el ciclismo depende de varios factores biomecánicos y fisiológicos:
• Tipo de fibras musculares: Las fibras tipo I (oxidativas, de contracción lenta) son más resistentes a la fatiga, mientras que las fibras tipo II (glucolíticas, de contracción rápida) tienen mayor producción de fuerza pero se fatigan más rápido (Sargeant, 2007).
• Cadencia de pedaleo: Cadencias más altas reducen el torque requerido por cada pedalada, disminuyendo la activación de fibras tipo II y retrasando la fatiga (Zoladz et al., 2000).
• Producción de lactato: Un torque elevado a bajas cadencias puede aumentar la producción de lactato, acelerando la fatiga (Burnley et al., 2002).
3.2. Torque elevado vs. potencia óptima en esfuerzos prolongados
Varios estudios han analizado la relación entre torque y fatiga en esfuerzos de resistencia. McDaniel et al. (2002) encontraron que ciclistas que pedalean con torque elevado pero baja cadencia experimentan mayor fatiga y menor eficiencia metabólica en comparación con aquellos que priorizan la potencia manteniendo una cadencia más alta.
En pruebas de umbral funcional de potencia (FTP), se ha observado que el mantenimiento de una cadencia eficiente (90-100 rpm) permite sostener una potencia óptima durante más tiempo, reduciendo el impacto de la fatiga en comparación con estrategias de alto torque a cadencias más bajas (Lucía et al., 2001).
4. Importancia de la potencia como métrica de entrenamiento
La potencia ha sido reconocida como una métrica clave en el entrenamiento de resistencia, superando al torque como indicador del rendimiento y la fatiga en esfuerzos prolongados (MacInnis & Gibala, 2017).
4.1. Potencia vs. torque: ¿qué mide mejor el rendimiento?
La potencia es el producto del torque y la cadencia (P = Torque × RPM), lo que implica que la misma potencia puede lograrse con diferentes combinaciones de fuerza y velocidad de pedaleo. Estudios como el de Coyle et al. (1991) han demostrado que ciclistas de élite tienen una preferencia por cadencias más altas con menor torque, optimizando la eficiencia metabólica.
En contraste, el torque elevado a bajas cadencias impone una mayor carga neuromuscular, lo que lleva a una fatiga más temprana y una menor sostenibilidad del esfuerzo (Burnley et al., 2002).
El uso de potenciómetros en el ciclismo ha revolucionado la planificación del entrenamiento. Algunas de las métricas más utilizadas incluyen:
• FTP (Functional Threshold Power): Potencia máxima que un ciclista puede mantener durante aproximadamente una hora (Allen & Coggan, 2010).
• Potencia Normalizada (NP): Ajusta la potencia promedio para reflejar la variabilidad del esfuerzo (Skiba, 2006).
• Índice de Variabilidad (VI): Relación entre NP y potencia media, indicando estabilidad en el rendimiento.
4.3. Aplicaciones en la prescripción de entrenamiento
4.3.1. Ajuste preciso de la carga de trabajo
Ejemplo:
Un ciclista con un FTP de 300W necesita entrenar en la zona de Sweet Spot (88-94% del FTP) para mejorar su resistencia sin acumular demasiada fatiga (Allen & Coggan, 2010). Su entrenador diseña una sesión de 3×15 minutos a 270W (90% del FTP) con 5 minutos de descanso entre cada intervalo.
📌 Beneficio: Se mantiene un estímulo suficiente sin alcanzar niveles de fatiga excesivos que perjudiquen la recuperación.
4.3.2. Evaluación de adaptaciones fisiológicas a lo largo del tiempo
Ejemplo:
Después de 8 semanas de entrenamiento polarizado, un ciclista que inicialmente tenía un FTP de 250W ahora alcanza 270W en su test de 20 minutos (Smith et al., 2019). Además, su potencia en VO2máx ha aumentado de 350W a 375W, indicando mejoras en su capacidad aeróbica.
📌 Beneficio: Se pueden identificar mejoras objetivas y ajustar el entrenamiento según la evolución del deportista.
4.3.3. Diseño de sesiones en zonas de potencia específicas
Ejemplo:
Para mejorar la capacidad anaeróbica, un ciclista realiza una sesión de 5×3 minutos al 120% del FTP (360W) con 4 minutos de recuperación (Rønnestad et al., 2014). Este tipo de entrenamiento mejora la tolerancia a esfuerzos de alta intensidad, clave en competiciones con cambios de ritmo.
📌 Beneficio: Permite entrenar diferentes sistemas energéticos con objetivos concretos y medibles.
4.4. Relación entre torque y potencia en diferentes disciplinas deportivas
En este apartado, analizaremos cómo se relacionan el torque y la potencia en distintos deportes, destacando ejemplos específicos y citando estudios relevantes.
4.4.1. Ciclismo
En el ciclismo, la potencia es el factor determinante del rendimiento, especialmente en esfuerzos sostenidos. Según Martin et al. (1998), la potencia generada por un ciclista depende de la fuerza aplicada a los pedales (torque) y la cadencia. Un ciclista con alta capacidad aeróbica puede compensar un menor torque con una mayor cadencia para mantener la potencia.
📌 Ejemplo:
Un ciclista con predominancia de fibras de contracción lenta (slow-twitch) puede sostener una alta potencia con un menor torque en comparación con un ciclista explosivo. Esto se debe a que su eficiencia muscular le permite trabajar cerca de su FTP sin fatiga prematura (Coyle et al., 1991).
4.4.2. Levantamiento de pesas
A diferencia del ciclismo, en el levantamiento de pesas el torque es crucial, ya que implica generar máxima fuerza en un rango de movimiento corto. Suchomel et al. (2018) destacan que los levantadores de pesas entrenan para optimizar la producción de torque en momentos específicos, como la fase de arranque en el levantamiento olímpico.
📌 Ejemplo:
Un levantador de pesas que ejecuta un clean and jerk necesita aplicar un torque elevado en la fase inicial del movimiento para lograr la aceleración necesaria y completar el levantamiento con éxito (Stone et al., 2006).
4.4.3. Atletismo (Velocidad vs. Resistencia)
En pruebas de velocidad, como los 100 metros planos, los sprinters dependen de picos elevados de torque en cortos períodos de tiempo. Bezodis et al. (2019) encontraron que los velocistas generan torque máximo en la fase de aceleración, donde la frecuencia de paso aún es baja.
En cambio, los corredores de fondo se benefician de una producción de potencia más eficiente, con menor torque y una mayor economía de carrera (Moore, 2016).
📌 Ejemplo:
Un velocista como Usain Bolt desarrolla un torque máximo en la salida de los bloques, mientras que un corredor de maratón como Eliud Kipchoge mantiene una potencia estable con menor torque para conservar energía.
4.5. Aplicaciones prácticas en el entrenamiento deportivo
En este apartado, exploraremos cómo entrenadores y atletas pueden aplicar el conocimiento sobre torque y potencia en la planificación del entrenamiento para optimizar el rendimiento en distintas disciplinas deportivas.
4.5.1. Ciclismo: Optimización de la potencia en diferentes intensidades
El entrenamiento en ciclismo debe centrarse en la mejora de la potencia sostenida a través del trabajo en diferentes zonas de intensidad. Según Van der Zwaard et al. (2016), la combinación de entrenamientos de baja cadencia (mayor torque) y alta cadencia (menor torque) mejora la eficiencia del pedaleo.
📌 Ejemplo práctico:
Un ciclista de ruta que busca mejorar su rendimiento en subidas puede incluir entrenamientos a bajas cadencias (50-60 rpm) con alta resistencia para desarrollar torque, combinado con sesiones a alta cadencia (90-100 rpm) para mejorar la economía del esfuerzo.
4.5.2. Fuerza y potencia en deportes explosivos
En deportes como el levantamiento de pesas o el sprint, la capacidad de generar un alto torque en poco tiempo es crucial. Suchomel et al. (2018) sugieren que los entrenamientos de potencia incluyen movimientos explosivos como sentadillas con salto o levantamientos olímpicos para mejorar la producción de torque.
📌 Ejemplo práctico:
Un jugador de fútbol americano que necesita mejorar su aceleración en los primeros 5 metros puede incorporar sentadillas con carga máxima al 90% del 1RM y ejercicios de arranque con barra para mejorar la aplicación de torque en la fase inicial de la carrera.
4.5.3. Entrenamiento en resistencia y economía del movimiento
Para deportes de resistencia, el enfoque está en mejorar la eficiencia en la producción de potencia con un menor costo energético. Coyle et al. (1991) demostraron que atletas de resistencia con mayor eficiencia biomecánica pueden generar la misma potencia con menor torque y menor consumo de oxígeno.
📌 Ejemplo práctico:
Un corredor de maratón que busca mejorar su rendimiento puede entrenar a ritmos submáximos con énfasis en la técnica de zancada y el ciclo de estiramiento-acortamiento para optimizar el uso de la energía elástica en cada paso.
5. Errores comunes en la prescripción de entrenamiento
A pesar de la evidencia científica que respalda el uso de la potencia como métrica clave en el entrenamiento, muchos atletas y entrenadores cometen errores al aplicar estos conceptos. A continuación, se presentan los errores más frecuentes y su impacto en el rendimiento.
5.1. Priorizar el torque en lugar de la potencia
📌 Error: Diseñar entrenamientos basados exclusivamente en el torque, sin considerar la cadencia ni la eficiencia metabólica.
📌 Impacto: Puede generar fatiga prematura, aumentar el riesgo de lesiones y reducir la capacidad de mantener esfuerzos prolongados (McDaniel et al., 2002).
✅ Corrección: Usar la potencia como referencia principal y ajustar el torque en función de la disciplina y el tipo de esfuerzo requerido.
5.2. Entrenar siempre con la misma cadencia
📌 Error: No variar la cadencia en las sesiones de entrenamiento, lo que impide la adaptación del sistema neuromuscular a diferentes condiciones de competencia.
📌 Impacto: Limitación en la capacidad de adaptación a distintos terrenos y exigencias fisiológicas (Zoladz et al., 2000).
✅ Corrección: Alternar entrenamientos de alta cadencia (>90 rpm) para mejorar la eficiencia metabólica y sesiones de baja cadencia (50-70 rpm) para desarrollar fuerza específica.
5.3. No utilizar potenciómetro o basarse solo en la frecuencia cardíaca
📌 Error: Entrenar únicamente con métricas subjetivas o frecuencia cardíaca sin considerar la potencia generada.
📌 Impacto: La frecuencia cardíaca varía por factores externos como temperatura y fatiga, lo que dificulta una evaluación precisa del rendimiento (Lucía et al., 2001).
✅ Corrección: Usar potenciómetros para medir el trabajo real y complementar con la frecuencia cardíaca para evaluar la respuesta fisiológica.
5.4. Descuidar la relación peso-potencia en ciclistas
📌 Error: Enfocarse solo en la potencia absoluta sin considerar la relación vatios/kg, clave en ciclismo de ruta y MTB.
📌 Impacto: Un ciclista con alta potencia absoluta pero excesivo peso corporal será menos eficiente en ascensos (Faria et al., 2005).
✅ Corrección: Equilibrar el entrenamiento de potencia con estrategias de control del peso y composición corporal.
¿Por qué la potencia es más importante que el torque en el entrenamiento?
Cuando analizamos el rendimiento en el ciclismo, es común escuchar sobre la importancia del torque (par de fuerza) y la potencia. Sin embargo, en esfuerzos submáximos y prolongados, el parámetro clave para medir y prescribir el entrenamiento no es el torque, sino la potencia.
Torque vs. Potencia: Entendiendo la diferencia
El torque representa la fuerza aplicada a los pedales multiplicada por la longitud de la biela. En cambio, la potencia es el producto del torque y la cadencia (velocidad de rotación de los pedales). Matemáticamente, se expresa como: Potencia(W)=Torque(Nm)×Cadencia(rad/s)
Esto significa que dos ciclistas con diferentes capacidades de torque pueden generar la misma potencia si ajustan su cadencia de manera adecuada.
Ejemplo práctico sobre torque y potencia en el entrenamiento
Imaginemos dos ciclistas con diferentes características musculares:

📌 Situación:
Si prescribimos un esfuerzo de 4 minutos a 1 Nm/kg (por ejemplo, 72 Nm para un ciclista de 72 kg) y con una cadencia de 50 rpm, la potencia resultante será de aproximadamente 377 W.
📌 Impacto en cada ciclista:
• Ciclista A (Fast-Twitch):
o Estará trabajando al 135% de su FTP.
o No podrá sostener el esfuerzo por más de 2 minutos debido a la alta demanda anaeróbica.
• Ciclista B (Slow-Twitch):
o Estará trabajando al 108% de su FTP.
o Será capaz de completar los 4 minutos sin problemas, a pesar de tener menor torque máximo.
📌 Conclusión:
Si hubiéramos diseñado el entrenamiento basado solo en torque, el Ciclista A parecería más fuerte, pero en la práctica, el Ciclista B tiene mayor capacidad para sostener esfuerzos en el tiempo. Por eso, el parámetro clave para la prescripción del entrenamiento es la potencia, no el torque.
La importancia de entrenar con base en potencia
Si diseñamos entrenamientos basados únicamente en torque, podríamos sobrecargar a ciclistas con menor torque máximo, impidiéndoles completar las sesiones de manera efectiva. En cambio, la potencia es el indicador clave, ya que refleja la capacidad real de un ciclista para sostener el esfuerzo en el tiempo.
💡 ¿La clave? Prescribir entrenamientos con base en la potencia y ajustar la cadencia para optimizar la eficiencia y minimizar la fatiga.
6. Factores fisiológicos que influyen en la producción de potencia
La producción de potencia en el ciclismo está determinada por múltiples factores fisiológicos que afectan tanto la capacidad aeróbica como la anaeróbica del atleta. A continuación, analizamos los principales elementos que influyen en el rendimiento y la generación de potencia.
6.1. Composición de fibras musculares
Los músculos están compuestos por dos tipos principales de fibras musculares:
• Fibras de contracción rápida (tipo II): Generan mayor fuerza y potencia, pero se fatigan más rápido. Son cruciales en esfuerzos cortos e intensos (MacIntosh et al., 2012).
• Fibras de contracción lenta (tipo I): Son más eficientes en el uso de oxígeno y resisten la fatiga, por lo que favorecen esfuerzos de larga duración (Coyle, 1995).
En el ejemplo analizado previamente en el blog, se observó que un ciclista con predominancia de fibras tipo I puede mantener un esfuerzo más prolongado a un % alto de su FTP, mientras que uno con fibras tipo II se fatiga más rápidamente.
6.2. Consumo máximo de oxígeno (VO2 máx)
El VO2 máx representa la capacidad del organismo para consumir y utilizar oxígeno durante el ejercicio. Es un factor clave en la producción de potencia sostenida. Un mayor VO2 máx permite una mejor generación de ATP y, por lo tanto, un mejor rendimiento en esfuerzos prolongados (Bassett & Howley, 2000).
6.3. Umbral de lactato y capacidad de resistencia
El umbral de lactato indica el punto en el que la acumulación de ácido láctico supera la capacidad del cuerpo para eliminarlo, provocando fatiga. Un ciclista con un umbral de lactato elevado puede mantener intensidades cercanas a su FTP por más tiempo (Faude, Kindermann & Meyer, 2009).
6.4. Economía del pedaleo
Se refiere a la eficiencia con la que un ciclista convierte la energía en potencia utilizable. Factores como la técnica de pedaleo, la aerodinámica y la biomecánica juegan un papel importante en la economía del esfuerzo (Joyner & Coyle, 2008).
6.5. Relación peso-potencia
El ratio W/kg (vatios por kilogramo) es fundamental en disciplinas como la escalada. Un ciclista más ligero con alta potencia relativa tendrá ventaja en terrenos montañosos (Jeukendrup & Martin, 2001).
📌 Ejemplo práctico
Imaginemos dos ciclistas con la misma potencia absoluta de 300W, pero pesos diferentes:
• Ciclista A: 75 kg → 300W / 75kg = 4 W/kg
• Ciclista B: 60 kg → 300W / 60kg = 5 W/kg
En una subida, el Ciclista B tendrá ventaja, ya que su relación peso-potencia es superior.
7. Métodos para medir y analizar la potencia en el ciclismo
La medición y el análisis de la potencia en el ciclismo son fundamentales para evaluar el rendimiento y diseñar entrenamientos efectivos. Existen diversas herramientas y métodos para cuantificar la producción de potencia y su relación con el rendimiento.
7.1. Medidores de potencia
Los potenciómetros son dispositivos que miden la potencia generada en vatios (W) mediante sensores ubicados en distintos componentes de la bicicleta:
• Bielas (Ej.: SRM, Quarq)
• Pedales (Ej.: Garmin, Favero Assioma)
• Buje trasero (Ej.: Powertap)
• Platos y bielas integrados
Estos dispositivos registran la fuerza aplicada y la cadencia para calcular la potencia en tiempo real (Broker, Kyle & Burke, 1999).
7.2. Plataformas y software de análisis
Para interpretar los datos de potencia, se utilizan plataformas especializadas como:
• TrainingPeaks: Analiza métricas clave como el FTP, la variabilidad del esfuerzo y la carga de entrenamiento (TSS).
• WKO5: Profundiza en modelos de rendimiento como el modelo de potencia-duración.
• Golden Cheetah: Alternativa gratuita con múltiples herramientas de análisis.
• Strava & Zwift: Aplicaciones populares para visualizar y comparar el rendimiento.
7.3. Umbral de Potencia Funcional (FTP)
El FTP (Functional Threshold Power) representa la máxima potencia que un ciclista puede sostener durante aproximadamente 60 minutos sin fatiga excesiva (Allen & Coggan, 2010). Se estima a través de pruebas de 20 minutos y se usa para establecer zonas de entrenamiento
7.4. Relación entre torque, cadencia y potencia
La potencia es el resultado del torque (Nm) x cadencia (rpm). Sin embargo, en esfuerzos submáximos, el torque por sí solo no es el mejor indicador de fatiga o rendimiento.
📌 Ejemplo práctico
• Si prescribimos un entrenamiento de 60 Nm de torque a 60 rpm, obtenemos 377W.
• Un ciclista con fibras rápidas, con un FTP de 280W, estaría trabajando al 135% de su FTP, lo que lo llevaría a la fatiga en aproximadamente 2-3 minutos.
• En cambio, un ciclista con fibras lentas, con un FTP de 340W, estaría trabajando al 111% de su FTP, lo que le permitiría sostener el esfuerzo durante unos 6-8 minutos antes de llegar al agotamiento.
Este ejemplo demuestra que, aunque ambos ciclistas producen la misma potencia absoluta (377W), su capacidad para sostener el esfuerzo depende de su perfil muscular y su FTP relativo.
7.5. Pruebas de campo vs. laboratorio
• Pruebas de campo: Se realizan en exteriores con medidores de potencia y permiten evaluar el rendimiento en condiciones reales (Valenzuela et al., 2018).
• Pruebas de laboratorio: Se realizan en ciclosimuladores con análisis de gases y lactato para evaluar el VO2 máx, el umbral de lactato y la eficiencia mecánica (Bentley et al., 2007).
📌 Ejemplo práctico
Un ciclista puede realizar una prueba de 5 minutos al máximo en carretera para estimar su potencia aeróbica máxima, mientras que en laboratorio se puede medir el consumo de oxígeno simultáneamente.
8. Casos de estudio y experiencias prácticas
El entrenamiento basado en potencia ha sido aplicado en múltiples estudios y casos reales, demostrando su eficacia sobre otros métodos de control del esfuerzo. A continuación, se presentan dos casos que reflejan cómo la medición de potencia optimiza la prescripción del entrenamiento.
8.1. Caso 1: Adaptación de la carga en ciclistas con diferente composición de fibras musculares
📌 Contexto
Se analizaron dos ciclistas de nivel similar pero con diferencias en la composición de sus fibras musculares:
• Ciclista A: Predominancia de fibras rápidas (Fast-Twitch).
• Ciclista B: Predominancia de fibras lentas (Slow-Twitch).
📌 Entrenamiento prescrito
Se asignó una sesión de 4 minutos con 70 Nm de torque a 50 rpm, generando 366W de potencia.
📊 Resultados observados
• Ciclista A (fibras rápidas): Incapaz de sostener el esfuerzo por más de 2 minutos debido a la alta exigencia metabólica (146% FTP).
• Ciclista B (fibras lentas): Logró completar los 4 minutos sin problemas (110% FTP).
🔎 Conclusión: Este caso muestra cómo dos ciclistas con diferente fisiología responden de forma distinta al mismo torque. La prescripción basada en potencia es más precisa y equitativa, permitiendo ajustar la carga según el FTP individual.
8.2. Caso 2: Comparación entre entrenamiento por potencia y por frecuencia cardíaca
📌 Contexto
Un equipo de ciclistas realizó intervalos de 5 minutos al 90% del FTP en dos sesiones distintas:
Basado en potencia: Se mantuvo la carga constante en 270W.
Basado en frecuencia cardíaca: Se intentó mantener una FC de 170 bpm.
📊 Resultados observados
• En la primera sesión (potencia fija), todos los ciclistas completaron el esfuerzo con estabilidad.
• En la segunda sesión (FC fija), las variaciones individuales provocaron que algunos ciclistas trabajaran a intensidades superiores o inferiores al objetivo.
🔎 Conclusión: La potencia permite un control inmediato y preciso del esfuerzo, mientras que la FC tiene una latencia en su respuesta y puede verse afectada por factores externos como la temperatura o el estrés.
9. Conclusiones y recomendaciones
9.1. Principales conclusiones
✔ La potencia es la métrica más precisa para medir el esfuerzo real en ciclismo, superando métodos tradicionales como el torque, la FC o el RPE.
✔ Prescribir entrenamientos con base en potencia permite una mejor personalización, considerando las diferencias fisiológicas de cada ciclista.
✔ El torque, por sí solo, no es un indicador fiable de la carga de entrenamiento, ya que no considera la cadencia ni la eficiencia del ciclista.
✔ El uso de potencia optimiza la planificación y el control de la fatiga, permitiendo un monitoreo más objetivo del rendimiento.
9.2. Recomendaciones prácticas
📌 Usar FTP como referencia principal: Establecer zonas de entrenamiento en función del FTP garantiza una mejor distribución del esfuerzo.
📌 Combinar métricas: Aunque la potencia es el mejor indicador, complementar con frecuencia cardíaca y RPE puede ayudar a interpretar la respuesta del cuerpo.
📌 Adaptar el entrenamiento a la fisiología individual: No todos los ciclistas responden igual a la misma carga. El análisis de potencia permite personalizar las sesiones.
📌 Evitar el uso exclusivo de torque: Como se demostró en los ejemplos, el torque por sí solo puede llevar a errores en la prescripción del entrenamiento.
📌 Monitorear la evolución del ciclista: Realizar tests regulares de FTP y análisis de potencia ayuda a ajustar las cargas de forma eficiente.
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