La importancia de la fuerza en la natación: Aplicación en los entrenamientos y planificación

Introducción

La natación es un deporte que combina habilidad técnica, resistencia y fuerza. Sin embargo, el papel de la fuerza es frecuentemente subestimado a pesar de su impacto directo en la velocidad y eficiencia del nadador. Un adecuado desarrollo de la fuerza mejora la capacidad propulsiva, la eficiencia en el uso de energía y reduce el riesgo de lesiones. En este artículo, se analizará la importancia de la fuerza en la natación, los métodos efectivos de entrenamiento, y cómo planificar de manera adecuada en atletas jóvenes para el desarrollo a largo plazo, utilizando los estudios más recientes.

La relevancia de la fuerza en la natación

El movimiento en el agua se ve limitado por la resistencia del medio acuático. Los nadadores requieren aplicar la mayor cantidad de fuerza posible en el menor tiempo durante las brazadas y patadas para lograr propulsión. Según Payton y Bartlett (1995), la fuerza propulsiva en natación depende tanto de la capacidad muscular como de la alineación biomecánica del nadador, ya que una correcta ejecución técnica maximiza la eficiencia de la fuerza aplicada. Además, Lauder, Dabnichki y Bartlett (2001) demostraron que los nadadores con una mayor capacidad para controlar los ángulos de sus brazadas y la velocidad de las manos son capaces de generar fuerzas más efectivas, lo que se traduce en una mejor velocidad en el agua.

Métodos recientes de entrenamiento de fuerza

Postactivación Potenciadora (PAP)

La Postactivación Potenciadora (PAP) es un método utilizado para incrementar la capacidad explosiva de los músculos mediante la realización de ejercicios de alta intensidad antes de una actividad explosiva. Sarramian et al. (2015) demostraron que el PAP mejora significativamente el rendimiento en nadadores de velocidad, como los 50 metros libre, cuando se implementa adecuadamente en los entrenamientos. En el estudio, los nadadores que aplicaron este método obtuvieron tiempos más rápidos en comparación con aquellos que utilizaron calentamientos tradicionales.

Por otro lado, Abbes et al. (2018) investigaron el efecto del PAP en nadadores adolescentes, mostrando mejoras significativas en el rendimiento del sprint en pruebas de 50 metros después de realizar ejercicios de PAP con una duración de 30 segundos.

Entrenamiento con resistencia en el agua: Palas y paracaídas

El uso de implementos como palas y paracaídas en el entrenamiento acuático incrementa la resistencia que el nadador enfrenta, lo que requiere más fuerza para cada brazada. Bartolomeu et al. (2023) destacaron que este tipo de entrenamiento mejora tanto la técnica como la fuerza en los cuatro estilos de natación competitiva. Este método no solo desarrolla la fuerza específica del nadador, sino que también mejora la coordinación y la capacidad para mantener una velocidad constante a lo largo de la prueba.

Sin embargo, es importante señalar que, como demostraron Bufalo et al. (2023) , no siempre se observan mejoras en el rendimiento si el calentamiento con palas grandes y paracaídas no se planifica adecuadamente.

Entrenamiento en seco

El entrenamiento en seco complementa el trabajo en el agua al desarrollar la fuerza general y la potencia explosiva. Santos et al. (2024) sugieren que la combinación de trabajo en seco con ejercicios de fuerza específicos para la natación mejora significativamente el rendimiento de los nadadores jóvenes a lo largo de una temporada competitiva. El entrenamiento con pesas, movimientos explosivos y ejercicios pliométricos han demostrado ser especialmente útiles para mejorar la propulsión, así como para reducir la fatiga muscular.

Un estudio de Cuenca-Fernández et al. (2020) mostró que existe una relación directa entre el entrenamiento de fuerza en seco y el rendimiento en el agua, especialmente en pruebas de sprint como los 50 metros libres. Este trabajo destacó que el entrenamiento con resistencia en tierra ayuda a desarrollar la capacidad de aplicar fuerza de manera más eficiente en el agua.

Entrenamiento en seco: Incorporación a las rutinas

El entrenamiento en seco es clave para el desarrollo de la fuerza general y la potencia explosiva, permitiendo que los nadadores mejoren su rendimiento en el agua. A continuación, se presenta una lista de ejercicios que los nadadores pueden incluir en sus rutinas de entrenamiento fuera del agua.

Ejercicios en seco recomendados:
  1. Sentadillas con peso (Squats) : Las sentadillas fortalecen los músculos de las piernas y la cadera, áreas cruciales para mejorar la propulsión en la patada. Además, ayuda a desarrollar una base de fuerza general.
    • Variaciones : Sentadillas con barra, sentadillas con salto para mayor explosividad.
  2. Levantamiento de pesas olímpico (Clean and Jerk) : Este movimiento compuesto mejora la potencia explosiva en todo el cuerpo, especialmente en el tren inferior y el core, que son esenciales para la estabilidad en el agua.
  3. Dominadas (Pull-ups) : Las dominadas desarrollan la fuerza del tren superior, en particular los dorsales, bíceps y hombros, que son clave para mejorar la fuerza en las brazadas.
  4. Plancha (Plank) : Los ejercicios de core son fundamentales para estabilizar el cuerpo durante la natación. Las planchas y sus variaciones (lateral, con patadas) son excelentes para mejorar la fuerza central y la resistencia.
  5. Pliometría (Box jumps, burpees) : Los ejercicios pliométricos ayudan a mejorar la velocidad de reacción y la potencia explosiva, lo que es clave en las salidas y virajes.
  6. Peso muerto (Deadlift) : Trabaja la cadena posterior (isquiotibiales, glúteos, espalda baja), lo que refuerza la propulsión en la patada y estabiliza el core durante el nado.
  7. Flexiones de brazos (Push-ups) : Fortalece los pectorales, hombros y tríceps, fundamentales para la tracción en el agua. Variaciones como las flexiones con aplauso incrementan la explosividad.

Tabla 1: Métodos recientes de entrenamiento de fuerza para nadadores

MétodoDescripciónEstudios que lo avalan
Postactivación Potenciadora (PAP)Ejercicios de alta intensidad antes de actividad explosiva.Sarramian et al. (2015)
Entrenamiento con palas y paracaídasAumento de la resistencia acuática para mejorar la fuerza en cada brazada.Bartolomeu et al. (2023)
Entrenamiento en seco con pesasMovimientos explosivos y levantamiento de pesas para mejorar la potencia y fuerza general.Santos et al. (2024)

Santos et al. (2024) observaron que la combinación de trabajo en seco con ejercicios en el agua mejora significativamente el rendimiento de los nadadores a lo largo de una temporada competitiva. Además, Cuenca-Fernández et al. (2020) subrayaron que el entrenamiento en seco ayuda a optimizar el rendimiento en pruebas de velocidad.

Relación entre el trabajo en seco y en el agua

Diversos estudios han demostrado la importancia de combinar el trabajo en seco con el entrenamiento en el agua para optimizar el rendimiento. Según Cuenca-Fernández et al. (2020) , los nadadores que realizan un entrenamiento combinado muestran mejoras significativas en la velocidad, debido a la transferencia de la fuerza desarrollada en seco a la propulsión en el agua.

El entrenamiento en seco también ayuda a prevenir lesiones al fortalecer los músculos estabilizadores que no se trabajan de manera específica durante el nado. Como señala McKenzie et al. (2022) , un programa de entrenamiento en seco enfocado en la fuerza del núcleo y el equilibrio reduce la sobrecarga muscular, permitiendo que el nadador mantenga un alto rendimiento durante la temporada.

Tabla 2: Relación entre el trabajo en seco y en el agua

EstudioRelación observadaConclusión
Cuenca-Fernández et al. (2020)El trabajo en seco mejora el rendimiento en el agua, especialmente en pruebas de sprint.Correlación positiva entre el entrenamiento en seco y la velocidad acuática.
Payton y Bartlett (1995)La fuerza aplicada en el agua depende del desarrollo de la fuerza en seco.El entrenamiento en seco mejora la eficiencia y la propulsión en el agua.

Planificación del entrenamiento de fuerza a lo largo de la temporada

Es esencial planificar el entrenamiento de fuerza de manera estratégica durante la temporada para maximizar el rendimiento. Durante la pretemporada , se recomienda centrarse en el desarrollo de la fuerza máxima mediante ejercicios en seco, como levantamientos de pesas y ejercicios pliométricos. McKenzie et al. (2022) sugieren que durante la temporada competitiva , el enfoque debe cambiar hacia el entrenamiento explosivo y específico en agua, utilizando implementos como palas y paracaídas para aplicar la fuerza desarrollada en tierra.

En la fase de tapering o ajuste final, se debe reducir la carga de entrenamiento para evitar la fatiga muscular antes de las competiciones importantes, asegurando al mismo tiempo la conservación de la fuerza desarrollada.

Tabla 3: Estructura del entrenamiento de fuerza a lo largo de la temporada

Fase de la temporadaEnfoque del entrenamiento de fuerzaObjetivoEstudios
PretemporadaDesarrollo de la fuerza máxima y trabajo en seco con pesas.Crear una base de fuerza general para soportar la temporada.McKenzie y cols. (2022)
Temporada competitivaFuerza explosiva y uso de implementos en agua (palas, paracaídas).Mejorar la aplicación rápida de la fuerza en movimientos acuáticos.Santos et al. (2024)
Fase de taperingReducción de la carga de fuerza para evitar fatiga.Optimizar el rendimiento antes de la competición.Bufalo et al. (2023)

Planificación de la fuerza a lo largo de la temporada en natación

La planificación de la fuerza a lo largo de la temporada en nadadores debe seguir un enfoque estructurado que se adapte a los diferentes objetivos competitivos y fases de entrenamiento. A continuación, se describe un ejemplo práctico de cómo estructurar el entrenamiento de fuerza durante un ciclo de temporada de un nadador, dividido en pretemporada, temporada competitiva y fase de tapering.

1. Pretemporada (12-16 semanas)

El enfoque durante la pretemporada debe estar en desarrollar una base de fuerza general y mejorar la fuerza máxima del nadador. Esto implica realizar ejercicios de fuerza en seco que involucren grandes grupos musculares, con énfasis en el desarrollo de fuerza y resistencia muscular.

  • Objetivo principal : Construir una base de fuerza general y desarrollar la resistencia muscular.
  • Ejercicios clave :
    • Sentadillas con barra (Back Squats): 3-4 series de 8-12 repeticiones.
    • Peso muerto (Deadlift) : 3-4 series de 8-10 repeticiones.
    • Dominadas (Pull-ups): 4 series de 8-10 repeticiones.
    • Press de banca (Bench press): 3-4 series de 8-10 repeticiones.
    • Planchas (Planks): 3 series de 1-2 minutos.
  • Frecuencia : 3 sesiones de fuerza por semana, complementado con entrenamiento técnico en el agua.

En esta fase, el volumen de entrenamiento es alto, con cargas moderadas. Los descansos entre series deben ser más cortos (60-90 segundos) para desarrollar también la resistencia muscular.

2. Temporada competitiva (8-12 semanas)

La transición a la temporada competitiva implica cambiar el enfoque hacia el desarrollo de fuerza explosiva y potencia. Durante esta fase, los ejercicios deben enfocarse en movimientos rápidos y explosivos, como los ejercicios pliométricos y olímpicos.

  • Objetivo principal: Mejorar la explosividad y la potencia, transferir la fuerza al rendimiento acuático.
  • Ejercicios clave:
    • Clean and Jerk (levantamiento olímpico): 3-4 series de 4-6 repeticiones.
    • Saltos pliométricos (Box jumps): 4 series de 10-12 repeticiones.
    • Flexiones explosivas (Clap push-ups): 3-4 series de 10-12 repeticiones.
    • Kettlebell swings: 3-4 series de 12-15 repeticiones.
    • Bandas de resistencia para brazada (Resistance band swim stroke): 4 series de 30 segundos.
  • Frecuencia: 2 sesiones de fuerza por semana, con mayor énfasis en la técnica en el agua y las velocidades de nado.

En esta fase, se reducen las repeticiones y se incrementa la velocidad de ejecución. El descanso entre series es mayor (90-120 segundos) para permitir una mayor recuperación y maximizar la potencia.

3. Fase de tapering (2-4 semanas)

La fase de tapering es la fase de ajuste final antes de las competiciones importantes. El volumen de trabajo en seco se reduce significativamente, mientras se mantiene la intensidad en los ejercicios para preservar la fuerza y la explosividad sin generar fatiga muscular.

  • Objetivo principal: Mantener la fuerza y explosividad desarrolladas, minimizar la fatiga muscular.
  • Ejercicios clave:
    • Sentadillas con salto (Jump squats): 2-3 series de 6-8 repeticiones.
    • Flexiones explosivas: 2-3 series de 6-8 repeticiones.
    • Movimientos pliométricos ligeros: 2 series de 8-10 repeticiones.
    • Trabajo específico con bandas de resistencia para movimientos de brazada.
  • Frecuencia: 1-2 sesiones de fuerza por semana, con énfasis en la recuperación y trabajo técnico.

Durante esta fase, los descansos entre series siguen siendo amplios (90-120 segundos), pero el número de series y repeticiones disminuye para evitar sobrecargar al atleta.


Ejemplo de planificación a lo largo de una temporada

FaseDuraciónObjetivo principalEnfoque del entrenamiento
Pretemporada12-16 semanasDesarrollo de fuerza general y resistencia muscularCargas moderadas, alto volumen de trabajo en seco, 3 sesiones/semana
Temporada competitiva8-12 semanasDesarrollo de potencia y fuerza explosivaEjercicios explosivos, menos repeticiones y mayor intensidad, 2 sesiones/semana
Fase de tapering2-4 semanasMantener la fuerza, minimizar la fatigaReducción del volumen, 1-2 sesiones/semana, más enfoque en recuperación

Esta planificación es adaptable y debe ajustarse según las competencias principales del nadador. La clave es aumentar la intensidad a medida que se acerca la temporada competitiva y reducir el volumen en la fase de tapering para maximizar el rendimiento durante las competencias más importantes.

Entrenamiento de la fuerza en jóvenes nadadores

El desarrollo de la fuerza en jóvenes nadadores requiere un enfoque específico, ya que estos atletas aún están en fases de crecimiento y desarrollo físico. El principal objetivo en esta etapa no es tanto maximizar la fuerza absoluta, sino mejorar la coordinación, la fuerza funcional y la técnica, sin comprometer la salud del sistema musculoesquelético en desarrollo.

Principios del entrenamiento de fuerza en jóvenes

  1. Progresión gradual : A diferencia de los nadadores adultos, los nadadores jóvenes deben ser introducidos al entrenamiento de fuerza de manera progresiva. Según Araujo et al. (2010) , en las primeras fases de desarrollo (7-12 años), el entrenamiento debe centrarse en ejercicios con peso corporal y técnicas de movimiento que mejoren la eficiencia. Solo en fases más avanzadas (13-15 años), se comienza a incorporar gradualmente el trabajo de fuerza en seco.
  2. Priorizar la técnica sobre la carga : Durante las primeras etapas del entrenamiento de fuerza (13-15 años), es crucial que los jóvenes nadadores se enfoquen en aprender correctamente los movimientos antes de añadir cargas adicionales. Santos et al. (2024) destacan la importancia de que los atletas jóvenes adquieran una correcta mecánica de movimiento, ya que esto no solo previene lesiones, sino que también permite aplicar la fuerza de manera más eficiente en el agua.
  3. Entrenamiento con peso corporal y resistencia moderada : Los ejercicios con peso corporal, como las sentadillas, dominadas y flexiones, son ideales para desarrollar la fuerza funcional y la coordinación intermuscular , necesarios para optimizar el rendimiento en el agua. Además, McKenzie et al. (2022) sugieren que el uso de bandas de resistencia, balones medicinales y otros implementos ligeros puede ayudar a mejorar la fuerza sin sobrecargar las articulaciones en desarrollo.
  4. Incorporar el juego : En la etapa inicial, es esencial que los entrenadores mantengan la motivación alta entre los nadadores jóvenes. El uso de juegos que involucren saltos, carreras y competencia puede ser una excelente manera de desarrollar la fuerza y la coordinación de forma lúdica. Araujo et al. (2010) destacan que los jóvenes atletas responden mejor a estímulos que combinen diversión y rendimiento, lo que facilita el aprendizaje y el desarrollo.
  5. Ajuste de la carga y frecuencia con la edad: A medida que los nadadores avanzan hacia la adolescencia tardía (16-18 años), se pueden incorporar mayores cargas de trabajo en seco, adaptando el entrenamiento a sus capacidades físicas. En esta fase, Cuenca-Fernández et al. (2020) señalan que el trabajo de fuerza debe enfocarse en mejorar la potencia explosiva, con ejercicios más específicos para los movimientos de nado.

Ejemplo de rutina de fuerza para jóvenes nadadores (13-15 años)

EjercicioSeriesRepeticiones
Sentadillas con peso corporal312-15
Flexiones de brazos310-12
Plancha abdominal330-45 segundos
Saltos en cajón (box jumps)310-12
Caminata lateral con bandas320 pasos

En este ejemplo, la rutina se enfoca en ejercicios básicos con el peso corporal, que no sobrecargan las articulaciones de los jóvenes nadadores, pero que al mismo tiempo mejoran la fuerza funcional y la coordinación.

Desarrollo a largo plazo

De acuerdo con Araujo et al. (2010) , el enfoque en los nadadores jóvenes debe ser el desarrollo técnico y aeróbico durante las primeras etapas, con la incorporación gradual del trabajo de fuerza en seco a medida que maduran físicamente. Este enfoque no solo optimiza el rendimiento, sino que también minimiza el riesgo de lesiones a largo plazo. Santos et al. (2024) concluyen que una correcta planificación de la fuerza a lo largo del desarrollo del nadador ayuda a maximizar su rendimiento competitivo en las etapas avanzadas.

El trabajo de fuerza en el periodo de tapering o afinamiento para nadadores

El tapering o afinamiento es la fase final del ciclo de entrenamiento, típicamente las últimas dos o cuatro semanas antes de una competición importante. En este periodo, el objetivo principal es reducir el volumen de entrenamiento general para permitir una recuperación óptima y maximizar el rendimiento en la competición. En el caso de los nadadores, el trabajo de fuerza durante esta fase se ajusta significativamente en comparación con las fases de carga o pretemporada.

Objetivos del trabajo de fuerza en el tapering

  1. Mantener la fuerza y la potencia : Durante el tapering, el trabajo de fuerza tiene como objetivo preservar la fuerza máxima y la potencia explosiva desarrolladas durante la temporada, pero sin añadir estrés adicional que provoque fatiga muscular. Es importante reducir la carga y el volumen de los entrenamientos de fuerza, pero manteniendo la intensidad en algunos ejercicios clave para conservar la fuerza y la capacidad explosiva. Según McKenzie et al. (2022) , los nadadores necesitan reducir el volumen de repeticiones y series, pero mantener la intensidad alta en ejercicios explosivos.
  2. Minimizar la fatiga : Uno de los principios fundamentales del tapering es reducir la fatiga acumulada a lo largo de la temporada. Los entrenamientos de fuerza en esta fase deben ser breves y enfocados en la calidad del movimiento. Se reduce la frecuencia de las sesiones de fuerza a 1 o 2 veces por semana, con ejercicios de baja repetición (3-5 repeticiones) y con un enfoque en movimientos rápidos y explosivos para preservar la capacidad anaeróbica y la potencia sin desgastar los músculos.
  3. Enfocar el trabajo en la técnica : Durante el tapering, es esencial que los nadadores refuercen la técnica en los ejercicios de fuerza para optimizar la transferencia de esos movimientos al rendimiento en el agua. Ejercicios de baja carga con alta velocidad, como los saltos en cajón o flexiones explosivas, se deben realizar con la máxima calidad técnica para mantener los niveles de potencia y asegurar la correcta coordinación muscular.

Ejemplo de entrenamiento de fuerza durante el tapering

EjercicioSeriesRepeticionesObjetivo
Saltos en cajón (Box jumps)35-6Mantener la explosividad
Flexiones con aplauso36-8Mantener la potencia del tren superior
Sentadillas con salto36-8Mantener la explosividad en el tren inferior
Plancha abdominal230-45 segundosMantener la estabilidad del core

Este tipo de entrenamiento permite a los nadadores mantener la capacidad de generar fuerza rápidamente, sin causar fatiga acumulada, lo que es esencial para maximizar la recuperación y el rendimiento el día de la competición.

El trabajo de fuerza durante el tapering se centra en mantener la fuerza y la potencia desarrolladas durante la temporada, minimizando la fatiga acumulada. Esto se logra mediante entrenamientos breves, enfocados en la calidad y con un volumen reducido, manteniendo la intensidad en ejercicios explosivos que refuercen los movimientos clave que los nadadores utilizarán en la competición. De esta manera, los nadadores llegan frescos y en óptimas condiciones a sus eventos más importantes.

Conclusiones

El desarrollo de la fuerza es fundamental para el rendimiento de los nadadores, influyendo directamente en su capacidad de propulsión, velocidad y eficiencia en el agua. La aplicación de métodos de entrenamiento como la postactivación potenciadora (PAP), el uso de implementos de resistencia (palas y paracaídas) y el entrenamiento en seco con pesas, ha demostrado ser altamente eficaz en la mejora de la potencia muscular y la capacidad de aplicación de fuerza específica en el agua. Estos enfoques, apoyados por estudios como los de Sarramian et al. (2015) y Bartolomeu et al. (2023), son claves para optimizar el rendimiento, especialmente en pruebas de velocidad.

Además, la combinación del trabajo de fuerza en seco y en el agua es esencial para maximizar la transferencia de la fuerza desarrollada en tierra a los movimientos específicos de la natación. Estudios como el de Cuenca-Fernández et al. (2020) han destacado la importancia de este enfoque integral para mejorar el rendimiento en pruebas de sprint.

En la pretemporada, el enfoque está en construir una base sólida de fuerza general y resistencia muscular. Ejercicios como el levantamiento de pesas y las sentadillas son esenciales para preparar el cuerpo para las demandas físicas que se incrementarán más adelante en la temporada. Según McKenzie et al. (2022), es en esta fase donde los nadadores desarrollan la fuerza necesaria para soportar la carga de la temporada competitiva.

Durante la temporada competitiva , el enfoque se desplaza hacia el desarrollo de la fuerza explosiva, que es crucial para mejorar el rendimiento en competiciones de velocidad. Estudios como el de Sarramian et al. (2015) destacan que los ejercicios pliométricos y las flexiones con aplauso ayudan a mejorar la aplicación rápida de la fuerza en el agua, permitiendo una mejor propulsión.

El tapering , o fase de afinamiento, justo antes de las competiciones importantes, tiene como objetivo mantener la fuerza y la potencia desarrolladas durante la temporada, mientras se minimiza la fatiga. Cuenca-Fernández et al. (2020) subrayan que es crucial reducir el volumen de trabajo sin perder la intensidad, para preservar la capacidad explosiva sin desgastar los músculos. Además, McKenzie et al. (2022) señalan que los ejercicios explosivos de baja repetición son esenciales para mantener la potencia sin generar fatiga.

Finalmente, la planificación a largo plazo del desarrollo de la fuerza, especialmente en nadadores jóvenes, debe ser progresiva y ajustada a la etapa de maduración del atleta. Modelos como los propuestos por Araujo et al. (2010) sugieren la introducción gradual del trabajo de fuerza, empezando con la técnica y resistencia, hasta alcanzar el desarrollo de la potencia explosiva en etapas avanzadas. Este enfoque permite no solo mejorar el rendimiento, sino también prevenir lesiones y asegurar una progresión equilibrada.

En resumen, el entrenamiento de fuerza debe ser un componente clave en la planificación de cualquier nadador, integrando trabajo en seco, en agua y un enfoque estructurado a lo largo de la temporada, para optimizar la eficiencia y el rendimiento competitivo.

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