La Deriva Cardiaca en el Deporte: ¿Qué es y cómo entrenarla?

1. Introducción

La deriva cardiaca también conocida como “cardiovascular drift” es un fenómeno que afecta a los deportistas de resistencia durante ejercicios prolongados, en el que la frecuencia cardiaca (FC) aumenta de manera progresiva aunque la intensidad del ejercicio se mantenga constante. Este aumento está causado por factores fisiológicos, como la deshidratación y el aumento de la temperatura corporal , que obligan al sistema cardiovascular a adaptarse para mantener el rendimiento. Sin embargo, si no se gestiona adecuadamente, puede reducir la eficiencia del ejercicio y acelerar la fatiga. En deportes como el ciclismo, la carrera de larga distancia y el triatlón, gestionar la deriva cardiaca es fundamental para mantener un rendimiento óptimo. Este fenómeno es relevante en deportes de resistencia como el ciclismo, la carrera de fondo, el triatlón y otras disciplinas de larga duración.

Figura 1. Comportamiento del Volumen Sistólico durante un ejercicio de intensidad creciente comparando un deportista entrenado respecto una persona sedentaria (Chicharro, 2006)

2. Mecanismos Fisiológicos de la Deriva Cardiaca

2.1 Deshidratación

La deshidratación es uno de los factores más importantes que contribuyen a la deriva cardiaca. Durante el ejercicio prolongado, el cuerpo pierde líquidos a través del sudor, lo que reduce el volumen plasmático . Esta pérdida de volumen reduce el volumen sistólico (VS) , es decir, la cantidad de sangre que el corazón bombea con cada latido. Para compensar la caída en el VS, el corazón aumenta la frecuencia cardiaca (Coyle, 1998; González-Alonso et al., 1995).

Un estudio de González-Alonso y colaboradores (1995) mostró que la deshidratación severa disminuye la capacidad del cuerpo para mantener el flujo sanguíneo necesario para los músculos y la piel, lo que aumenta el esfuerzo cardiaco. A su vez, la deshidratación también afecta negativamente la regulación de la temperatura corporal, lo que exacerba la deriva cardiaca.

El artículo de Hamouti et al. (2014) , titulado «Ingestion of sodium plus water improves cardiovascular function and performance during dehydrating cycling in the heat» , explora los efectos de la ingesta de agua con sodio frente al consumo de solo agua en el rendimiento y la función cardiovascular de ciclistas que se ejercitan en condiciones de calor. Los principales hallazgos del estudio indican que la adición de sodio al agua ayuda a mantener un mejor volumen plasmático, lo que mejora la función cardiovascular durante el ejercicio prolongado en calor y reduce los efectos de la deshidratación.

Resultados principales:

  1. Mejor mantenimiento del volumen plasmático : Los ciclistas que ingirieron agua con sodio mantuvieron mejor su volumen plasmático en comparación con aquellos que solo consumieron agua. Esto evitó una reducción significativa en el volumen sistólico y, por tanto, mitigó el aumento compensatorio de la frecuencia cardíaca observado en los ciclistas que se deshidrataron.
  2. Mejora en el rendimiento : Los deportistas que consumieron agua con sodio también presentaron un mejor rendimiento físico durante la prueba de ciclismo en comparación con aquellos que solo ingirieron agua. Esto sugiere que el sodio ayuda a mejorar el rendimiento de resistencia al mantener una mejor función cardiovascular bajo estrés térmico.
  3. Prevención del drift cardiovascular : Al mantener el volumen plasmático y el equilibrio de electrolitos, la ingesta de sodio más agua permitió prevenir en gran medida los efectos de la deriva cardiaca (aumento progresivo de la frecuencia cardíaca sin cambio en la intensidad) que suelen observarse en condiciones de deshidratación y calor.

En resumen, el estudio demuestra que la ingesta de sodio más agua es más eficaz que el agua sola para mejorar la función cardiovascular y el rendimiento durante el ejercicio prolongado en el calor, ya que permite mitigar los efectos negativos de la deshidratación, como la disminución del volumen sistólico y el aumento de la frecuencia cardíaca.

Montain, S. J., & Coyle, E. F. (1992) proporciona una visión detallada de cómo la deshidratación progresiva afecta tanto la regulación de la temperatura como la respuesta cardiovascular durante el ejercicio en condiciones calurosas.

  • Participantes: El estudio incluyó a un grupo de sujetos que realizaron pruebas de ejercicio prolongado en condiciones controladas.
  • Condiciones de ejercicio : Se llevaron a cabo varias sesiones de ciclismo a una intensidad moderada (aproximadamente 62-67% del VO₂ máx) en una cámara a una temperatura de 35°C para simular condiciones calurosas. Los sujetos realizaban el ejercicio en diferentes estados de hidratación, desde una buena hidratación hasta niveles de deshidratación que llegaban hasta un 4% de pérdida de peso corporal.
  • Protocolo de deshidratación : Los investigadores indujeron una **pérdida progresiva de líquido c pérdida progresiva de líquido corporal, controlando así la deshidratación por etapas (pérdida del 1%, 2%, 3% y 4% del peso corporal) para analizar cómo la hipertermia y el drift cardiovascular respondían al aumento de la deshidratación.

Resultados Específicos:

  1. Incremento de la temperatura central : La deshidratación provocó un aumento significativo de la temperatura central (hipertermia). A medida que los sujetos perdían más líquidos, la temperatura corporal aumentaba de manera progresiva. Esto resultó en una mayor redistribución del flujo sanguíneo hacia la piel para disipar el calor, lo que redujo el flujo sanguíneo hacia los músculos.
  2. Disminución del volumen sistólico : El volumen sistólico (la cantidad de sangre que el corazón bombea por latido) disminuyó en todos los niveles de deshidratación, pero se agravó más a medida que los sujetos perdían más líquido corporal. En condiciones de deshidratación del 4%, el volumen sistólico disminuyó hasta un 13% en comparación con los niveles de hidratación normal.
  3. Aumento de la frecuencia cardíaca : Para compensar la caída en el volumen sistólico, la frecuencia cardíaca aumentó proporcionalmente con la pérdida de líquidos. En los sujetos que experimentaron una deshidratación del 4%, la frecuencia cardíaca aumentó aproximadamente en un 15-20% más que en aquellos que estaban bien hidratados. Este aumento de la frecuencia cardíaca es lo que se conoce como drift cardiovascular.
  4. Efecto en el gasto cardíaco: Aunque el gasto cardíaco (el volumen total de sangre bombeada por el corazón por minuto) permaneció estable inicialmente, comenzó a disminuir significativamente en los niveles de deshidratación más avanzados (más del 3% de pérdida de peso corporal), lo que afectó negativamente la capacidad del cuerpo para suministrar suficiente oxígeno a los músculos durante el ejercicio.
  5. Percepción del esfuerzo : La percepción del esfuerzo por parte de los sujetos también aumentó de manera significativa a medida que se deshidrataban más, lo que indicaba una fatiga temprana y una mayor dificultad para mantener el ejercicio a la misma intensidad.

Conclusiones del Estudio:

  • La deshidratación tiene un efecto directo sobre la hipertermia y el drift cardiovascular , lo que a su vez afecta la capacidad del cuerpo para mantener un rendimiento constante durante el ejercicio prolongado.
  • La deshidratación progresiva (más del 3% de pérdida de peso corporal) provoca una caída notable en el volumen sistólico y aumenta significativamente la frecuencia cardíaca, lo que dificulta el mantenimiento de la intensidad del ejercicio.
  • Los autores concluyen que es fundamental mantener una correcta hidratación durante el ejercicio, especialmente en ambientes calurosos, para prevenir la hipertermia y minimizar el drift cardiovascular, lo que resulta en una mejor resistencia y rendimiento físico.

Implicaciones Prácticas:

Este estudio es crucial para atletas de resistencia, entrenadores y científicos deportivos, ya que refuerza la necesidad de estrategias de hidratación adecuadas para evitar los efectos adversos de la deshidratación, como la reducción del volumen sistólico y el aumento de la frecuencia cardíaca, que pueden conducir a un menor rendimiento y fatiga temprana.

Figura 2. Gasto cardíaco, volumen sistólico y frecuencia cardíaca durante 110 minutos de ejercicio con 4 grupos sin hidratación, pequeña, moderada o alta hidratación (Ortega, 2014).

2.2. Aumento de la Temperatura Corporal

A medida que el ejercicio se prolonga, el cuerpo genera calor, lo que eleva la temperatura central . El sistema cardiovascular responde desviando más sangre hacia la piel para disipar este calor mediante la vasodilatación cutánea . Sin embargo, esta redistribución de la sangre reduce el volumen de sangre disponible para los músculos, lo que disminuye el volumen sistólico (Coyle, 1998). El cuerpo compensa esta reducción aumentando la frecuencia cardiaca para mantener el gasto cardiaco.

El estudio de Coyle (1998) destacó que este fenómeno se intensifica en ambientes calurosos y húmedos, donde el cuerpo debe trabajar más para disipar el calor, lo que aumenta la deriva cardiaca. En condiciones de ejercicio a temperaturas elevadas, la frecuencia cardiaca puede aumentar significativamente más que en ambientes frescos.

La cita de Coyle, E. F. (1998) corresponde a uno de los estudios más influyentes sobre la deriva cardiovascular en el contexto del ejercicio prolongado. En este estudio, Coyle analiza cómo la deshidratación afecta el rendimiento durante el ejercicio y agrava los efectos del drift cardiovascular. El artículo fue publicado en el International Journal of Sports Medicine y destaca que la deshidratación provoca una disminución del volumen sistólico y un aumento de la frecuencia cardíaca, lo que contribuye a la fatiga temprana y a una menor capacidad de rendimiento en actividades de resistencia.

Coyle explica que cuando los atletas no están adecuadamente hidratados, el cuerpo pierde la capacidad de mantener el gasto cardíaco, lo que obliga al corazón a aumentar su frecuencia para compensar la reducción en el volumen sanguíneo. Además, el estudio destaca la importancia de la hidratación y el manejo de la temperatura corporal para mitigar los efectos negativos de la deriva cardiaca, especialmente en condiciones calurosas.

Este trabajo sigue siendo una referencia clave para entrenadores y deportistas que buscan comprender los impactos del drift cardiovascular en el rendimiento deportivo y cómo prevenir su impacto mediante estrategias adecuadas de hidratación y enfriamiento.

Figura 3. A. Deriva CV clásica sin deshidratación. (Redibujado de Ekelund et al. [2].) B. Resumen de los efectos de la deshidratación y la hipertermia concomitante, que muestra las respuestas de ciclistas entrenados en resistencia durante 120 min de ejercicio al 62-65% del VO 2 máximo en un ciclo de 35 ambiente °C cuando comienzan el ejercicio mientras están euhidratados y se deshidratan en un 4,9% del peso corporal después de 120 min de ejercicio. No se muestran datos de otro ensayo durante el cual se ingirió líquido para compensar la deshidratación y todas las respuestas fueron notablemente estables. (Redibujado de González-Alonso et al.)

Coyle y González-Alonso (2001) aporta una visión renovada sobre el fenómeno del drift cardiovascular durante el ejercicio prolongado. A continuación, te resumo los datos clave proporcionados por este artículo.

Conceptos Principales:

El drift cardiovascular es un fenómeno donde se observa una disminución del volumen sistólico (VS) y un aumento de la frecuencia cardíaca (FC) tras unos 10-20 minutos de ejercicio a intensidad moderada (entre 50-75% del VO₂máx), especialmente en ambientes cálidos o neutros. Estos cambios en las respuestas cardiovasculares ocurren sin un cambio en el gasto cardíaco total, que permanece relativamente estable. Según los autores, la principal causa del drift es el aumento progresivo de la frecuencia cardíaca, en lugar de un incremento en el flujo sanguíneo cutáneo, como se pensaba previamente.

Mecanismos del Drift Cardiovascular:

  • Disminución del Volumen Sistólico : El volumen sistólico tiende a disminuir después de los primeros 10-15 minutos de ejercicio. Esto se debe a un aumento de la frecuencia cardíaca , que reduce el tiempo de llenado ventricular (diastólico), disminuyendo así el volumen de sangre expulsado por el corazón en cada latido.
  • Frecuencia Cardíaca Elevada: La frecuencia cardíaca aumenta para compensar la caída en el volumen sistólico, lo que permite que el gasto cardíaco se mantenga estable. Sin embargo, este ajuste fisiológico tiene un límite, y a medida que la FC continúa aumentando, se genera fatiga cardiovascular.
  • Temperatura Corporal Central : A medida que la temperatura corporal aumenta con el ejercicio prolongado, el flujo sanguíneo cutáneo también aumenta para disipar el calor. Sin embargo, esto provoca una reducción del retorno venoso al corazón y, en consecuencia, una disminución del volumen sistólico. La hipertermia, o el aumento de la temperatura central del cuerpo, es un factor que acentúa la deriva cardiovascular.

Estudios Clave:

  1. Relación entre FC y VS : El estudio cita un experimento donde, mediante el uso de un bloqueador de receptores β-adrenérgicos, se previno el aumento de la frecuencia cardíaca en sujetos que realizaban ejercicio prolongado. Como resultado, la caída en el volumen sistólico fue prácticamente eliminada, lo que indica que el aumento en la frecuencia cardíaca es el principal responsable de la disminución del volumen sistólico.
  2. Efectos de la Deshidratación : En un ambiente caluroso (35°C), la deshidratación, que provoca una pérdida del 4.9% del peso corporal, exacerbó el drift cardiovascular. Los sujetos que se deshidrataron durante el ejercicio experimentaron una disminución del volumen sistólico del 28% y del gasto cardíaco en un 18%, junto con un aumento significativo en la temperatura central de 38.0°C a 39.3°C. Esto resalta cómo la deshidratación y la hipertermia combinadas agravan la deriva cardiovascular.

Hipótesis Adicionales:

El artículo también discute que la vasoconstricción cutánea inducida por la deshidratación y la activación del sistema nervioso simpático podrían ser los mecanismos que aumentan la resistencia vascular, lo que a su vez reduce la capacidad del cuerpo para disipar el calor, provocando una mayor hipertermia y exacerbando la deriva cardiovascular.

Figura 4. Nueva perspectiva sobre los mecanismos de deriva CV durante el ejercicio prolongado en condiciones de gasto cardíaco mantenido y cómo se ve exacerbado por la deshidratación, que actúa principalmente causando hipertermia (es decir, aumento de la temperatura central del cuerpo) e hipovolemia (es decir, disminución del volumen sanguíneo [BV]) . FSC, flujo sanguíneo cutáneo, flujo sanguíneo de terneros.

Datos Relevantes:

  • Disminución del Volumen Sistólico : En sujetos deshidratados que alcanzaron un 4.9% de pérdida de peso, el volumen sistólico disminuyó un 28%.
  • Frecuencia Cardíaca : Durante el ejercicio prolongado, la frecuencia cardíaca aumentó un 11% en respuesta a la disminución del volumen sistólico, manteniendo estable el gasto cardíaco.
  • Temperatura Corporal : El aumento de la temperatura corporal de 38.0°C a 39.3°C exacerbó el drift cardiovascular, disminuyendo aún más el volumen sistólico.

Este estudio de Coyle y González-Alonso (2001) ofrece una comprensión profunda del drift cardiovascular, enfatizando que la frecuencia cardíaca elevada y la hipertermia son los factores determinantes en la disminución del volumen sistólico durante el ejercicio prolongado. Además, destaca la importancia de prevenir la deshidratación y controlar la temperatura corporal para mitigar estos efectos durante actividades de resistencia.

Figura 5. Valores medios SEM (n = 7) para SV, HR y flujo sanguíneo del antebrazo (FBF) durante 60 minutos de ejercicio durante los tratamientos de bloqueo de 1 receptor adrenérgico (BB,) y control (CON,). Durante el período de ejercicio de 0 a 20 minutos (valores conectados por líneas continuas), no hubo diferencias significativas entre BB y CON y, por lo tanto, estos tratamientos se agruparon para analizar los cambios a lo largo del tiempo. * P 0,05, diferente del punto de tiempo anterior durante el período de 0 a 20 minutos; Se combinaron los tratamientos BB y CON. Para analizar las respuestas al ejercicio prolongado tanto en BB como en CON, se promediaron los valores durante el período de 10 a 20 min (marcado entre paréntesis) para derivar un valor de 15 min y, junto con los valores de 35 y 55 min ( conectados por líneas de puntos), se analizaron para determinar los efectos del tratamiento y del tiempo. § P 0,05, BB diferente de CON. † P 0,05, durante CON, valores a los 55 min diferentes a los de 35 min y/o valores a los 35 min diferentes a los de 15 min. ‡ P 0,05, durante BB, valores a los 55 min diferentes a los de 35 min y/o valores a los 35 min diferentes a los de 15 min. (De Fritzsche et al. [3] con autorización.)

2.3. Redistribución del Flujo Sanguíneo

Durante el ejercicio prolongado, el flujo sanguíneo se redirige desde los músculos hacia la piel para ayudar a disipar el calor, lo que reduce el retorno venoso al corazón. Esto provoca una disminución del volumen sistólico y, por lo tanto, un aumento compensatorio de la frecuencia cardiaca. Esta redistribución del flujo sanguíneo tiene un impacto directo en el rendimiento durante ejercicios de larga duración, ya que el suministro de oxígeno a los músculos se ve comprometido (Faude et al., 2009).

2.4. Fatiga Neuromuscular y Catecolaminas

La fatiga acumulada durante el ejercicio prolongado también juega un papel en la deriva cardiaca. A medida que los músculos se fatigan, el cuerpo libera más catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), que aumentan la frecuencia cardiaca para compensar la pérdida de eficiencia muscular (Faude et al., 2009). Esta respuesta hormonal se suma a los otros factores que contribuyen a la deriva cardiaca.

Jena Winger (2009) evaluó el impacto de diferentes intensidades de ejercicio sobre la deriva cardiovascular en corredores. En este trabajo, Winger realizó pruebas con diferentes intensidades en relación con el umbral de lactato, midiendo la frecuencia cardíaca (HR), el consumo de oxígeno (VO₂) y los niveles de lactato sanguíneo durante esfuerzos prolongados en estado estable.

Datos clave del estudio:

  1. Participantes :
    • Grupo de 10 corredores recreacionales y del equipo masculino de cross country, con edades promedio de 19.6 a 40.3 años.
    • VO₂máx de 55.96 ± 5.48 ml/kg/min en corredores recreacionales y 67.35 ± 2.69 ml/kg/min en el equipo de cross country.
    • Frecuencia cardíaca máxima (HR máx) de 181.9 ± 12.20 bpm y 193.20 ± 5.76 bpm, respectivamente.
  2. Pruebas de ejercicio :
    • Se realizaron tres pruebas de ejercicio prolongado a intensidades diferentes: justo por debajo, justo por encima y en el umbral de lactato (MLSS) .
    • Se tomaron mediciones de la frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno de manera continua, junto con análisis de lactato sanguíneo cada 10 minutos.
  3. Resultados :
    • Frecuencia cardíaca : Hubo un aumento significativo en la frecuencia cardíaca a medida que avanzaba el tiempo de ejercicio, con diferencias notables entre las diferentes intensidades de trabajo. A intensidades superiores al umbral de lactato, la deriva cardiovascular apareció más rápido y con mayor magnitud.
    • Consumo de oxígeno : Las diferencias en VO₂ también fueron significativas, lo que indica que la intensidad del ejercicio influye no solo en el esfuerzo cardiovascular, sino también en la eficiencia del transporte de oxígeno.
    • Lactato sanguíneo : A medida que aumentaba la intensidad, también se observó un incremento en los niveles de lactato, lo que refleja el aumento del estrés metabólico a mayores intensidades.
  4. Magnitud de la deriva : A intensidades más altas (por encima del umbral de lactato), la frecuencia cardíaca aumentó más rápido y alcanzó valores más altos, lo que sugiere que la magnitud de la deriva cardiovascular es mayor en ejercicios de alta intensidad.

Este estudio enfatiza la importancia de controlar la intensidad en los entrenamientos de resistencia para manejar de manera efectiva la deriva cardiovascular, lo cual es crucial para optimizar el rendimiento en deportes de larga duración.

Figura 6. Causas de la deriva cardiovascular (Extraído de Ortega, 2014) (adaptado de Winger, 2009).

3. Impacto de la Deriva Cardiaca en el Rendimiento Deportivo

3.1. Reducción de la Eficiencia Cardiovascular

La deriva cardiaca afecta la eficiencia del sistema cardiovascular, ya que el corazón debe trabajar más para mantener un flujo sanguíneo adecuado hacia los músculos activos. A medida que la frecuencia cardiaca aumenta, el corazón se acerca a su límite de capacidad, lo que puede resultar en una menor eficiencia del ejercicio y una reducción en la capacidad para mantener la intensidad durante largos períodos (Beaver et al., 1986).

3.2. Aumento de la Percepción del Esfuerzo

A medida que aumenta la frecuencia cardiaca sin un cambio en la intensidad del ejercicio, los atletas suelen experimentar un aumento en la percepción del esfuerzo . Esto significa que el mismo nivel de trabajo físico se siente más agotador a medida que avanza el ejercicio. Faude et al. (2009) señalaron que la deriva cardiaca es uno de los factores clave que contribuye a este aumento de la percepción del esfuerzo, lo que puede limitar el rendimiento mental y físico de los atletas.

3.3. Disminución del VO2 Máx

El VO2 máx es la capacidad máxima del cuerpo para transportar y utilizar oxígeno durante el ejercicio. La deriva cardiaca reduce la eficiencia del sistema cardiovascular para entregar oxígeno a los músculos, lo que puede provocar una disminución en el VO2 máx (Beaver et al., 1986). Esto afecta directamente la capacidad aeróbica y el rendimiento en deportes de resistencia.

Wingo, J. E., Ganio, M. S., & Cureton, K. J. (2012) proporciona datos importantes sobre cómo la deriva cardiovascular se ve intensificada durante el ejercicio bajo condiciones de calor. A continuación, te ofrezco los datos más relevantes del estudio:

Datos Clave del Estudio:

  1. Frecuencia Cardíaca (FC) :
    • Se observó un aumento significativo en la frecuencia cardíaca durante el ejercicio prolongado en ambientes calurosos, sin un cambio en la intensidad del ejercicio. La frecuencia cardíaca aumentó hasta un 10-15% cuando los sujetos realizaban ejercicio en condiciones de estrés térmico, a pesar de que la intensidad del ejercicio se mantuvo constante.
    • Este aumento en la FC es una compensación para mantener el gasto cardíaco cuando el volumen sistólico disminuye debido a la mayor vasodilatación cutánea para disipar el calor.
  2. Volumen Sistólico (VS) :
    • El volumen sistólico disminuyó significativamente, hasta un 13-17% , cuando el ejercicio se realizó en condiciones de calor. Esta caída del VS se debe a que más sangre es desviada hacia la piel para disipar el calor, reduciendo la cantidad de sangre disponible para los músculos.
  3. Gasto Cardíaco :
    • A pesar del aumento en la frecuencia cardíaca, el gasto cardíaco (la cantidad de sangre bombeada por minuto) no se mantuvo completamente estable en condiciones de calor, lo que afectó negativamente el rendimiento.
    • A medida que el ejercicio prolongado continúa en condiciones de estrés térmico, la eficiencia cardiovascular disminuye progresivamente.
  4. Deshidratación :
    • La deshidratación fue un factor que exacerbó la deriva cardiovascular. Los sujetos deshidratados mostraron una mayor caída en el volumen sistólico y un aumento mayor en la frecuencia cardíaca. El estudio enfatiza la importancia de mantener una correcta hidratación para mitigar estos efectos.

Conclusiones y Aplicaciones:

El estudio concluye que la deriva cardiovascular bajo condiciones de calor tiene importantes implicaciones para la prescripción del ejercicio. Sugiere ajustar la intensidad del ejercicio, mantener una hidratación adecuada y utilizar estrategias de enfriamiento para minimizar los efectos negativos del calor en el rendimiento cardiovascular.

Este estudio es fundamental para los entrenadores y profesionales del deporte que trabajan en ambientes calurosos, ya que ayuda a ajustar las cargas de trabajo y mejorar la seguridad durante el ejercicio en estas condiciones.

El estudio de Stylianos Kounalakis et al. (2012) se centra en cómo el cadencia de pedaleo afecta la deriva cardiovascular (CV drift) y la oxigenación de los tejidos musculares y cerebrales durante el ciclismo prolongado. Este estudio involucró a 12 sujetos masculinos saludables que realizaron ejercicio a dos cadencias diferentes (40 rpm y 80 rpm), mientras se mantenía la misma intensidad de trabajo.

Datos clave del estudio:

  1. Frecuencia cardíaca (FC):
    • Durante el pedaleo a 80 rpm, la frecuencia cardíaca aumentó significativamente más que a 40 rpm, lo que indica que una cadencia más rápida exagera el efecto de la deriva cardiovascular.
    • El aumento en la FC fue hasta un 8% mayor con una cadencia rápida (80 rpm) en comparación con la cadencia lenta (40 rpm), lo que resalta la importancia del ritmo de pedaleo en la respuesta cardiovascular.
  2. Volumen sistólico (VS):
    • El volumen sistólico disminuyó durante el ejercicio prolongado en ambas cadencias, pero la caída fue más pronunciada con la cadencia rápida (80 rpm). Esto sugiere que una mayor cadencia no solo aumenta la FC, sino que también reduce más rápidamente el volumen de sangre que el corazón bombea con cada latido.

Figura 7. Cambios en la frecuencia cardíaca, volumen sistólico (SV), gasto cardíaco y consumo de oxígeno durante 90 min de ciclismo a 40 y 80 r·min–1.*, diferencias significativas entre condiciones, p < 0,05; †, diferencia significativa a partir del minuto 20, p < 0,05; ‡, diferencia significativa a partir del minuto 20, p < 0,01.

  1. Oxigenación cerebral y muscular:
    • La oxigenación de los músculos disminuyó en ambos grupos, pero la reducción fue más significativa en el grupo de alta cadencia. Esta disminución en la oxigenación muscular sugiere que el flujo sanguíneo a los músculos se ve comprometido a cadencias más rápidas.
    • A nivel cerebral, la oxigenación también disminuyó más rápidamente durante el pedaleo a 80 rpm, lo que podría indicar una menor perfusión cerebral en condiciones de mayor demanda cardiovascular.

Figura 8. Cambios en la saturación de O2 en el basto lateral durante 90min de ciclismo pedaleando entre 40-80rpm.

  1. Ejercicio y RPE

En el estudio de Stylianos Kounalakis et al. (2012) , el RPE (Rate of Perceived Exertion o Escala de Esfuerzo Percibido) se menciona como una medida importante para evaluar la intensidad subjetiva del ejercicio en los RPE refleja cómo se siente el esfuerzo físico percibido por los sujetos, y en este estudio, se registró a lo largo de las sesiones de ciclismo prolongado a diferentes cadencias (40 rpm y 80 rpm).

Datos clave sobre el RPE en el estudio:

  1. Relación con la cadencia :
    • A una cadencia más alta (80 rpm), el RPE fue significativamente mayor en comparación con la cadencia más lenta (40 rpm). Esto indica que los participantes percibieron el ejercicio como más intenso cuando pedaleaban a una velocidad más rápida, incluso si la carga de trabajo externa se mantuvo constante.
  2. Drift cardiovascular y RPE:
    • A medida que aumentaba la frecuencia cardíaca (como resultado del drift cardiovascular), también lo hacía el RPE, lo que sugiere que la percepción de esfuerzo está vinculada a los cambios fisiológicos que ocurren durante el ejercicio prolongado.

Este incremento en el RPE es un indicador claro de que, aunque la intensidad externa no haya cambiado, el aumento en la frecuencia cardíaca y la fatiga cardiovascular percibida aumenta la sensación subjetiva de esfuerzo. Por lo tanto, monitorear el RPE junto con las métricas fisiológicas es clave para evaluar el impacto del drift cardiovascular durante el ejercicio prolongado.

Figura 9. Tasa de esfuerzo percibido (RPE) para malestar en las extremidades (panel superior) y malestar general (panel inferior) durante 90 min de ciclismo a una velocidad de pedaleo de 40 y 80 r·min–1. *, significativamente diferente entre 40 y 80 r·min–1, p < 0,05; †, significativamente diferente del minuto 10 de ciclismo, p < 0,01.

Conclusión:

Este estudio demuestra que una cadencia de pedaleo más rápida (80 rpm) acentúa la deriva cardiovascular y afecta tanto la oxigenación muscular como cerebral, lo que podría tener implicaciones importantes para la planificación de entrenamientos en ciclismo de resistencia. Los entrenadores y ciclistas deben considerar cómo la cadencia afecta la fisiología del ejercicio y ajustar sus entrenamientos para optimizar el rendimiento y minimizar la fatiga.

4. Estrategias para Entrenar y Mitigar la Deriva Cardiaca

4.1. Hidratación Adecuada

Una de las estrategias más efectivas para mitigar la deriva cardiaca es mantener una hidratación adecuada . Beber suficientes líquidos antes y durante el ejercicio es esencial para mantener el volumen plasmático y evitar una caída en el volumen sistólico. Hamouti et al. (2014) encontraron que los atletas que consumen agua con sales minerales antes de entrenar en condiciones de calor mantienen mejor su gasto cardiaco, lo que reduce la magnitud de la deriva cardiaca.

4.2. Control de la Temperatura Corporal

El control de la temperatura corporal también es fundamental para reducir la deriva cardiaca. Evitar entrenar en condiciones de calor extremo, programar las sesiones de entrenamiento en las horas más frescas del día y utilizar ropa transpirable son estrategias clave para minimizar el impacto del calor en el cuerpo. Además, técnicas como el uso de hielo o duchas frías antes de entrenar pueden ayudar a mantener la temperatura central bajo control (Coyle, 1998).

4.3. Entrenamiento a Intervalos

El entrenamiento a intervalos es eficaz para mejorar la eficiencia cardiovascular y reducir los efectos de la deriva cardiaca. Alternar períodos de ejercicio intenso con fases de recuperación permite al cuerpo adaptarse mejor a los cambios en la frecuencia cardiaca. Pettitt et al. (2008) encontraron que los atletas que incorporan entrenamiento interválico en su rutina experimentan una menor deriva cardiaca durante el ejercicio prolongado.

4.4. Monitoreo de la Frecuencia Cardiaca

El uso de dispositivos que monitoricen la frecuencia cardiaca durante el entrenamiento permite a los atletas detectar de manera temprana el desacople entre la intensidad del ejercicio y el aumento de la frecuencia cardiaca. El monitoreo regular puede ayudar a ajustar la intensidad del entrenamiento o implementar pausas de hidratación y enfriamiento cuando se observa un aumento desproporcionado de la frecuencia cardiaca (Bonomi et al., 2020).

4.5. Entrenamiento en Condiciones de Calor

A pesar de que el entrenamiento en calor aumenta la deriva cardiaca, realizar sesiones controladas en estas condiciones puede mejorar la capacidad del cuerpo para adaptarse al estrés térmico. La exposición progresiva a ambientes cálidos permite que el cuerpo mejore su capacidad de termorregulación y reduzca el impacto de la deriva cardiaca durante competiciones en ambientes calurosos (Coyle, 1998).

4.6 Entrenamiento de fuerza

Chicharro, J. L. (2014) discute el concepto de deriva cardiovascular en relación con la frecuencia cardíaca (FC) y la intensidad del ejercicio. Chicharro explica cómo, durante el ejercicio prolongado, especialmente en condiciones de calor o cuando el atleta está deshidratado, la frecuencia cardíaca tiende a aumentar progresivamente, a pesar de que la intensidad del ejercicio permanezca constante. Este fenómeno es lo que se conoce como drift cardiovascular.

Puntos clave del artículo:

  1. Aumento progresivo de la frecuencia cardíaca : Chicharro señala que la deriva cardiovascular se manifiesta como un incremento de la frecuencia cardíaca debido a la reducción del volumen sistólico (VS) que ocurre durante el ejercicio prolongado. Esto lleva a una compensación por parte del corazón, aumentando la frecuencia para mantener el gasto cardíaco .
  2. Factores que agravan el drift cardiovascular:
    • Calor ambiental : El calor obliga al cuerpo a desviar más sangre hacia la piel para disipar el calor, lo que reduce el volumen de sangre que retorna al corazón.
    • Deshidratación : La pérdida de líquidos disminuye el volumen plasmático, lo que reduce el retorno venoso y el volumen sistólico, intensificando la deriva cardiovascular.
    • Duración del ejercicio : Cuanto más prolongada es la actividad física, mayor es la deriva cardiovascular.
  3. Implicaciones en el rendimiento : El aumento en la frecuencia cardíaca puede llevar a una fatiga prematura y un aumento en la percepción del esfuerzo (RPE) , lo que afecta negativamente al rendimiento, especialmente en deportes de resistencia.

Chicharro recomienda ajustar la intensidad del ejercicio según las condiciones ambientales y utilizar la frecuencia cardíaca como un indicador clave para controlar la intensidad y mitigar los efectos de la deriva cardiovascular.

El estudio de Maher (2012) explora cómo la deriva cardiovascular afecta el rendimiento en competiciones de Ironman, una de las pruebas de resistencia más exigentes. La deriva cardiovascular se refiere al aumento gradual de la frecuencia cardíaca (FC) durante el ejercicio prolongado, incluso cuando la intensidad se mantiene constante, lo que afecta el rendimiento de los atletas de resistencia. A continuación, se destacan algunos de los datos más importantes de este estudio:

Datos Clave del Estudio:

  1. Frecuencia cardíaca (FC) :
    • Durante el Ironman, se observó un aumento en la frecuencia cardíaca de hasta un 15% a lo largo de las fases de ciclismo y carrera, un fenómeno típico de la deriva cardiovascular.
    • A medida que el evento avanza, los atletas experimentan un aumento en la frecuencia cardíaca incluso cuando la intensidad no varía, debido a la deshidratación y el estrés térmico
  2. Volumen sistólico (VS) :
    • La caída del volumen sistólico fue significativa en los participantes que no lograron mantener un nivel adecuado de hidratación, lo que causó un aumento compensatorio de la FC para mantener el gasto cardíaco.
    • Esta disminución del volumen sistólico fue del 10-15% en promedio durante las etapas más largas del evento.
  3. Impacto en el rendimiento :
    • Aquellos atletas que experimentaron una mayor deriva cardiovascular tuvieron un rendimiento reducido, especialmente en las fases finales de la carrera.
    • La deriva cardiovascular, exacerbada por la deshidratación, el calor y la duración del evento, contribuyó a la fatiga prematura.
  4. Estrategias para mitigar la deriva:
    • El estudio sugirió que una adecuada hidratación y estrategias de enfriamiento son esenciales para minimizar los efectos negativos de la deriva cardiovascular, optimizando el rendimiento en pruebas de larga duración como el Ironman.

Este estudio es particularmente útil para los entrenadores y atletas de resistencia, ya que proporciona información sobre cómo la deriva cardiovascular puede influir en eventos largos y ofrece recomendaciones prácticas para mitigar sus efectos.

5. Consejos Prácticos para los Lectores

A continuación, te proporcionamos algunos consejos prácticos que puedes implementar en tu entrenamiento para gestionar la deriva cardiaca de manera eficaz:

  • Mantén una correcta hidratación : Durante los entrenamientos y competiciones, es crucial mantenerte bien hidratado. Asegúrate de consumir líquidos antes, durante y después del ejercicio, especialmente en días calurosos o húmedos, cuando el riesgo de deshidratación es mayor (González-Alonso et al., 1995). Las bebidas con electrolitos pueden ser útiles para reponer los minerales perdidos a través del sudor.
  • Monitorea tu frecuencia cardiaca : Utiliza un dispositivo que mida la frecuencia cardiaca, como un reloj deportivo con GPS, para controlar el aumento de la frecuencia cardiaca durante el ejercicio. Si notas que tu frecuencia cardiaca aumenta de forma desproporcionada sin un aumento en la intensidad, es una señal de que la deriva cardiaca está ocurriendo y debes ajustar la intensidad de tu ejercicio (Bonomi et al., 2020).
  • Entrena en condiciones frescas : Siempre que sea posible, programa tus entrenamientos durante las horas más frescas del día, como temprano en la mañana o al atardecer, para evitar que la temperatura corporal aumente en exceso. El calor puede exacerbar la deriva cardiaca, por lo que entrenar en condiciones frescas puede ayudar a mitigar sus efectos (Coyle, 1998).
  • Usa ropa transpirable y ligera : Para ayudar a tu cuerpo a disipar el calor, asegúrate de usar ropa transpirable y ligera. Esto permitirá que el calor generado por el ejercicio se libere de manera más eficiente, reduciendo el aumento de la temperatura corporal y, por lo tanto, la deriva cardiaca (Coyle, 1998).
  • Incorpora intervalos en tus entrenamientos : Alternar entre ejercicios de alta y baja intensidad permite entrenar el sistema cardiovascular para ser más eficiente. Además, los intervalos ayudan a mejorar la capacidad del cuerpo para manejar los aumentos en la frecuencia cardiaca, reduciendo la deriva cardiaca en ejercicios prolongados (Pettitt et al., 2008).

6. Conclusión

La deriva cardiaca es un fenómeno inevitable en los ejercicios prolongados, especialmente en deportes de resistencia como la carrera, el ciclismo y el triatlón. Este fenómeno puede tener un impacto negativo en el rendimiento al aumentar la frecuencia cardiaca y la percepción del esfuerzo sin un aumento en la intensidad del ejercicio. Sin embargo, al comprender sus mecanismos y adoptar estrategias para mitigarla, los atletas pueden mejorar su capacidad para manejar los efectos de la deriva cardiaca.

Mantener una adecuada hidratación, controlar la temperatura corporal y entrenar en condiciones de calor controlado son algunas de las principales estrategias para reducir la magnitud de la deriva cardiaca. Además, el entrenamiento a intervalos y el monitoreo de la frecuencia cardiaca proporcionan herramientas adicionales para mejorar la eficiencia cardiovascular y mitigar los efectos negativos de este fenómeno.

Al implementar estos enfoques en el entrenamiento, los atletas de resistencia pueden optimizar su rendimiento, retrasar la fatiga y mantener un esfuerzo sostenido durante períodos prolongados de ejercicio.

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  2. Altini, M., Penders, J., Vullers, R., & Amft, O. (2014). Personalizing energy expenditure estimation using physiological signals normalization during activities of daily living. Physiol. Meas., 35, 1797–1811. doi:10.1088/0967-3334/35/9/1797
  3. Beaver, W. L., Wasserman, K., & Whipp, B. J. (1986). A new method for detecting anaerobic threshold by gas exchange. J. Appl. Physiology, 60, 2020–2027. doi:10.1152/jappl.1986.60.6.2020
  4. Bonomi, A. G., Goldenberg, S., Papini, G., Kraal, J., Stut, W., & Sartor, F. (2015). Predicting energy expenditure from photo-plethysmographic measurements of heart rate under beta blocker therapy: Data driven personalization strategies based on mixed models. IEEE Eng. Med. Biol. Soc., 7642–7646. doi:10.1109/EMBC.2015.7320162
  5. Bonomi, A. G., Hoor, G. A. T., Morree, H. M. D., Plasqui, G., & Sartor, F. (2020). Cardiorespiratory fitness estimation from heart rate and body movement in daily life. J. Appl. Physiology, 128, 493–500. doi:10.1152/japplphysiol.00631.2019
  6. Coyle, E. F. (1998). Cardiovascular drift during prolonged exercise and the effects of dehydration. Int. J. Sports Med., 19, S121–S124. doi:10.1055/s-2007-971975
  7. Coyle, Edward & González-Alonso, José. (2001). Cardiovascular Drift During Prolonged Exercise: New Perspectives. Exercise and sport sciences reviews. 29. 88-92. 10.1097/00003677-200104000-00009.
  8. Faude, O., Kindermann, W., & Meyer, T. (2009). Lactate threshold concepts—how valid are they? Sports Med., 39, 469–490. doi:10.2165/00007256-200939060-00003
  9. González-Alonso, J., Mora-Rodríguez, R., & Coyle, E. F. (1995). Dehydration reduces cardiac output and increases systemic vascular resistance during exercise. J. Appl. Physiol., 79, 1487–1496
  10. Hamouti, N., et al. (2014). Fluid ingestion during prolonged cycling in the heat: Effects of water vs. carbohydrate-electrolyte solutions. Journal of Applied Physiology, 117(4), 358–365.
  11. Ortega, J. (8 de agosto de 2014). Control del drift cardiovascular en deportes de resistencia. G-SE Grupo Sobre Entrenamiento. https://g-se.com/control-del-drift-cardiovascular-en-deportes-de-resistencia-1725-sa-f57cfb27244655
  12. Pettitt, R. W., Symons, J. D., Taylor, J. E., Eisenman, P. A., & White, A. T. (2008). Adjustment for gas exchange threshold enhances precision of heart rate-derived VO2 estimates during heavy exercise. Appl. Physiology, Nutr. Metabolism, 33, 68–74. doi:10.1139/H07-133
  13. Stylianos N., Kounalakis (2012). Cardiovascular drift and cerebral and muscle tissue oxygenation during prolonged cycling at different pedalling cadences Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism, 2012, 37 (3), 407-417, 10. 1139/h2012-011
  14. Wingo, JE, Ganio, MS y Cureton, KJ (2012). Deriva cardiovascular durante el estrés por calor: implicaciones para la prescripción de ejercicio. Reseñas de ciencias del ejercicio y el deporte, 40 (2), 88–94. doi:10.1097/JES.0b013e31824c43af                            
  15. Chicharro, J. L. (2014). Fisiología del Ejercicio Fisiología Clínica del Ejercicio: Frecuencia cardiaca e intensidad de ejercicio: “drift cardiovascular. ” Fisiología del Ejercicio Fisiología Clínica del Ejercicio. Retrieved from http://jlchicharro.blogspot.com.es/2014/02/frecuencia-cardiaca-e-intensidad-de.html

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5 Comments

  1. Danna Martínez Caicedo 02/03/2025 at 18:08

    Siempre me preguntaba por qué, en carreras largas, mi pulso se elevaba aunque no aumentara la velocidad. Este artículo me ayudó a entender la deriva cardíaca y cómo manejarla mejor con hidratación y control del esfuerzo.

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    Reply
  2. Mario 28/02/2025 at 13:58

    Justo esta semana ha salido un articulo de Z2 donde expertos hablan de como la deriva cardiaca afecta al trabajo en zonas. un articulazo! gracias!

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  3. Ivan R 28/01/2025 at 16:54

    Leyendo esto me voy a comprar pulsometro porque ahora mismo voy por sensaciones! Gracias por el articulo y muy TOP!

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    Reply
  4. Mikel 26/01/2025 at 10:59

    Yo suelo usar el pulso de los primeros momentos de las sesión en ciclismo para ver si con el calentamiento estoy a las mismas pulsaciones y me da referencia de como estoy de descansado

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    1. Saúl Armendáriz 03/03/2025 at 09:20

      es una muy buena idea de cómo puedes estar para afrontar la sesión

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