El ciclo menstrual es un fenómeno fisiológico complejo que puede tener un impacto significativo en el rendimiento deportivo de las mujeres. Comprender cómo las distintas fases del ciclo afectan la fuerza, la resistencia y las necesidades nutricionales es fundamental para optimizar el entrenamiento y la recuperación. Este artículo explora la evidencia científica más reciente sobre el tema, con el fin de proporcionar estrategias prácticas basadas en las fases del ciclo menstrual.
1. Introducción al Ciclo Menstrual y el Rendimiento Deportivo
El ciclo menstrual tiene un impacto directo en la fisiología de las mujeres, afectando la fuerza, la resistencia, y las necesidades metabólicas. Durante mucho tiempo, los entrenamientos y las estrategias nutricionales han sido diseñados bajo modelos masculinos, ignorando las variaciones hormonales específicas de las mujeres. Sin embargo, estudios recientes han comenzado a desentrañar cómo los cambios hormonales en cada fase del ciclo menstrual pueden influir en el rendimiento físico y las necesidades nutricionales (McNulty et al., 2020).
El objetivo de este artículo es proporcionar un marco práctico basado en la evidencia para maximizar el rendimiento deportivo y el bienestar de las mujeres, considerando el impacto de cada fase del ciclo menstrual. Este conocimiento no solo mejora la eficacia de los entrenamientos, sino que también aborda la importancia de la salud hormonal para prevenir lesiones y optimizar el rendimiento a largo plazo.
2. Fases del Ciclo Menstrual
El ciclo menstrual se divide en cuatro fases principales: menstruación, fase folicular, ovulación y fase lútea. Cada una de estas fases está regulada por fluctuaciones en los niveles de estrógeno y progesterona, que a su vez influyen en diversas funciones metabólicas y fisiológicas. A continuación, se describen estas fases en detalle.
2.1 Menstruación
La menstruación, que suele durar entre 3 y 7 días, se caracteriza por la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona. Durante esta fase, es común experimentar fatiga, molestias y, en algunos casos, una disminución en el rendimiento deportivo (Haryanti & Legiran, 2023). Aunque estos síntomas pueden limitar la capacidad para entrenar con alta intensidad, ejercicios ligeros a moderados han demostrado ser efectivos para reducir el dolor y mejorar el bienestar general (Carroquino-Garcia et al., 2019).
Desde una perspectiva metabólica, esta fase requiere especial atención a la recuperación, especialmente en deportistas que presentan una pérdida considerable de hierro debido al sangrado menstrual. La suplementación o una dieta rica en hierro, combinada con vitamina C para mejorar la absorción, es fundamental.
2.2 Fase Folicular
La fase folicular comienza al final de la menstruación y dura hasta el día de la ovulación. Durante esta etapa, los niveles de estrógeno aumentan progresivamente, lo que contribuye a una mayor sensibilidad a la insulina, una mejora en la síntesis de proteínas y un aumento en la capacidad de recuperación muscular (McNulty et al., 2020). Esto convierte a la fase folicular en el momento ideal para entrenamientos intensos de fuerza y resistencia.
La mejora en la sensibilidad a la insulina facilita el uso de carbohidratos como fuente primaria de energía, permitiendo entrenamientos de mayor duración e intensidad. Además, el aumento del estrógeno está asociado con una mayor eficiencia en la utilización de ácidos grasos, lo que puede beneficiar tanto a actividades de resistencia como a sesiones de fuerza explosiva.
2.3 Ovulación
La ovulación ocurre aproximadamente a mitad del ciclo menstrual y está marcada por un pico en los niveles de estrógeno y la hormona luteinizante. Aunque esta fase puede ofrecer un aumento temporal en la fuerza y la capacidad aeróbica, también se asocia con un mayor riesgo de lesiones debido a la laxitud articular (Herzberg et al., 2017).
Durante esta fase, las deportistas deben priorizar la técnica y ser conscientes del mayor riesgo de lesiones en las articulaciones, especialmente en deportes de impacto o que impliquen movimientos explosivos. Los entrenamientos pliométricos y los sprints pueden ser muy efectivos, pero deben ser realizados con precaución y bajo supervisión adecuada.
2.4 Fase Lútea
La fase lútea, que dura desde la ovulación hasta el inicio de la menstruación, está dominada por la progesterona. Este aumento hormonal puede elevar la temperatura corporal, lo que afecta la resistencia y la capacidad para realizar entrenamientos intensos (de Paula Oliveira et al., 2021). Muchas mujeres también experimentan síntomas premenstruales, como hinchazón y cambios de humor, que pueden influir en el rendimiento.
La progesterona también está asociada con una mayor percepción del esfuerzo, lo que puede hacer que los entrenamientos intensos se sientan más desafiantes. Adaptar el volumen y la intensidad de los entrenamientos es clave para evitar el agotamiento físico y mental.
3. Entrenamiento de Fuerza según el Ciclo Menstrual
3.1 Impacto Hormonal en el Desarrollo de la Fuerza
Los niveles de estrógeno, que alcanzan su punto máximo durante la fase folicular y la ovulación, tienen un efecto anabólico que favorece la síntesis de proteínas y mejora la capacidad de recuperación muscular (Elliott-Sale et al., 2020). Por otro lado, la progesterona predominante en la fase lútea puede tener un efecto catabólico que limita el desarrollo de la fuerza.
3.2 Estrategias Prácticas en Cada Fase
4. Entrenamiento de Resistencia según el Ciclo Menstrual
4.1 Fluctuaciones Hormonales y Capacidad Aeróbica
La capacidad aeróbica y anaeróbica se ve influida por las fluctuaciones hormonales. Durante la fase folicular y la ovulación, los niveles elevados de estrógeno mejoran la eficiencia metabólica y la utilización de carbohidratos como fuente de energía (Benito et al., 2023). Sin embargo, la progesterona en la fase lútea puede aumentar la percepción de esfuerzo y disminuir el rendimiento aeróbico.
4.2 Adaptaciones Específicas para Cada Fase
5. Nutrición y el Ciclo Menstrual
5.1 Cambios en las Necesidades Energéticas
Durante el ciclo menstrual, las necesidades calóricas y de macronutrientes pueden variar significativamente. La fase lútea se asocia con un aumento en el gasto energético en reposo, lo que requiere una ingesta calórica ligeramente mayor (Kolić et al., 2021).
5.2 Macronutrientes y Distribución Según Cada Fase
A continuación, se presenta una tabla con las recomendaciones de macronutrientes por fase del ciclo menstrual, incluyendo gramos por kilogramo de peso corporal (g/kg) y el porcentaje del total calórico diario (%).
Explicación por fases
- Menstruación: En esta fase, se recomienda mantener un balance moderado de macronutrientes para apoyar la recuperación. Los carbohidratos complejos ayudan a sostener la energía, mientras que las grasas saludables y proteínas contribuyen a la recuperación muscular.
 - Fase Folicular: El aumento del estrógeno mejora la capacidad de metabolizar carbohidratos, por lo que se recomienda incrementar su ingesta para maximizar el rendimiento durante entrenamientos de alta intensidad.
 - Ovulación: El pico de rendimiento físico permite utilizar más carbohidratos como fuente de energía. Sin embargo, se debe mantener una ingesta adecuada de proteínas para apoyar la síntesis muscular.
 - Fase Lútea: Debido al aumento en la temperatura corporal y el gasto energético, las grasas saludables son esenciales para proporcionar energía sostenida. Se recomienda reducir ligeramente la ingesta de carbohidratos y priorizar alimentos ricos en omega-3.
 
6. Perspectivas Futuras y Conclusión
La investigación actual subraya la importancia de personalizar los entrenamientos y las estrategias nutricionales basándose en el ciclo menstrual de cada atleta. Aunque existen lineamientos generales, la variabilidad individual destaca la necesidad de un enfoque adaptativo y basado en datos personales.
Integrar estas estrategias no solo optimiza el rendimiento deportivo, sino que también promueve el bienestar general. A medida que la investigación avanza, se espera que haya una mayor comprensión de las complejidades del ciclo menstrual y su impacto en la salud y el deporte.
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¿Cómo se pueden ajustar la alimentación y la planificación del entrenamiento de fuerza y resistencia según las diferentes fases del ciclo menstrual para optimizar el rendimiento y la recuperación?
tenemos un artículo de hace tiempo que lo explica mejor
Gran artículo! Gracias por la info!
Nunca había entendido cómo mi ciclo afectaba mi rendimiento hasta que leí este artículo. Me ayudó a ajustar mis entrenamientos según cada fase y ahora me siento más fuerte y en sintonía con mi cuerpo.